Seguir siendo Valladolid


Fue comedido. Quizá no estaba del todo seguro, quizá le pudo el miedo escénico, el meter la pata, cometer un desliz que terminase siendo recordado a modo de coletilla. Un retintín que le acompañara durante toda su aventura. Como los goles de Manucho. Su frase más recordada ahora sonó vacía entonces. "Buscaremos el ascenso con todas nuestras fuerzas, pero no es el único objetivo, lo fundamental es buscar la filosofía, el camino que nos devolverá a Primera División". Ese 'pero'... Ante una afición desenamorada de su equipo, desilusionada tras una fatídica noche en el Martínez Valero de Elche. Y un entrenador que anteponía un modelo al ascenso. 

A veces las primeras impresiones no son las correctas. Un 'a veces' que en el fútbol termina siendo 'casi siempre': Aquel jugador que besó un escudo y luego se marchó por dinero o esa plantilla que en agosto parecía de Champions y en mayo luchó por no descender. Miroslav quiso atar las expectativas por si al final terminaban desbocándosele. Controló la situación y al final el club terminó por encontrar una filosofía. Y por ascender, claro.

Ahora, dos años después de su llegada, en uno de los momentos actuales más inestables de la entidad blanquivioleta, se marcha dejando un equipo hecho, con jugadores comprometidos, un modelo establecido y un Real Valladolid que puede respirar tranquilo al asegurar la permanencia nada más regresar a la Liga BBVA.

La importancia ahora no reside en la marcha, reside en el sustituto. Una vez creado un proyecto sobre unos cimientos que han demostrado ser sólidos, la dificultad habita en mantener la filosofía. Como ya hiciera Vicente del Bosque en la España post Luis Aragonés o Tito Vilanova en el Barcelona después de Pep, el que venga tendrá un papel igual o incluso más difícil que el que tuvo Miroslav Djukic cuando aceptó la oferta del Real Valladolid: La gestión de un modelo exitoso, es decir, mantener lo ya existente y añadir nuevas variantes con la presión de tener a una directiva y a una afición que exigirán los resultados que tuvo tu predecesor.

Y es que, si algo dejó claro Miroslav, es que antes que nombres, que apariencias, que promesas en rueda de prensa, lo verdaderamente importante es mantener la filosofía. Y después, ya vendrán los resultados.

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